domingo, 16 de julio de 2023

En la mañana

En la mañana al despertar, lo primero que hizo fue levantar el cubrecama. Las sábanas arrugadas bordadas en hilos dorados que semejaban montañas, dejaron a la vista la espalda. Lunares bajaban por el cuello destacando sobre el tono suave de esa piel. Al centro de todo se hallaba la espalda con esa curva perfecta. 

La espina dorsal invitaba a los dedos a seguir la sinuosidad. Hasta allá abajo. Donde conviven el principio y el fin. El lugar donde terminan o comienzan las historias. Acercó su mano y tocó. Sintiendo en cada terminal nervioso el cálido y suave contacto. 

Fueron las diez de la mañana y el último sol de febrero entró por la ventana. Era tiempo de abandonar el cuartucho de motel. Golpearon la puerta, era la camarera. “Se acabó el tiempo”, dijo. De pie, aún desnudo, se acercó a la puerta y la abrió. Con serena calma mientras sonreía, dejó caer un billete de 20 mil pesos en la mano de ella. La miró a los ojos y le dijo "Solo treinta minutos más, por favor". Ella asintió. Lo vio caminar hasta la cama. Cerró la puerta. La pareja desapareció tras suyo.

La mujer se agitó al sentir el cuerpo rozarle. Abrió los ojos y preguntó "¿Qué hora es?”. Él la abrazó diciéndole muy despacio "No te preocupes. Aún nos queda media hora".

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